Crear una nueva empresa no es tarea fácil. Por ello es necesario tener en cuenta una serie de factores que marcarán la diferencia con respecto a tus competidores. Si estás pensando en poner en marcha un nuevo proyecto, comienza por valorar si estás o no preparado para dar el paso.
No todo el mundo tiene el perfil adecuado para ponerse delante de una empresa. Incluso la persona idónea para arrancar un proyecto puede no cumplir con las capacidades necesarias para hacerlo crecer. Por ello te proponemos una serie de «señales» que te pueden orientar acerca de si deberías o no lanzarte al mundo del emprendimiento.
-Sí estás preparado
1.Tu empleo no te motiva
En cada empleo vas a tener días buenos y malos. Sólo porque tengas algunos días malos seguidos no significa que la única salida se tener tu propio negocio. Pero si en los días malos y buenos sientes que tu trabajo actual no te está llenando, tal vez sea tiempo de renunciar. Si te emociona tener tu propio horario y no te importa delegar las tareas, entonces quizá sí sea el momento de dar el paso.
2.No te da miedo el fracaso
No es buena idea simplemente saltar del precipicio. Hay varios riesgos que debes tomar en cuenta y sólo cuando lo hagas podrás dar el siguiente paso. Antes de que tomes grandes decisiones, investiga un poco.
Este es uno de los signos más poderosos de que estás listo para emprender. El reconocer que podrás fracasar y sacarte de encima que el miedo al fracaso te frene. Recuerda que un emprendedor sabe muy bien que puede que lo tenga que intentar varias veces antes de conseguir el éxito.
3.Tienes una idea de negocio
Si estás pensando en tener tu propia empresa, lo más lógico es que ya tengas una idea de negocio. Pregúntate a tí mismo si esa idea es un medio para ganar dinero exclusivamente o, además, te apasiona. Lo creas o no, la segunda opción es una mejor señal de que estás listo. Aunque tengas una gran idea, si no te apasiona, no estarás motivado para ser exitoso.
4.Tienes un plan
Si realmente estás listo para emprender, entonces habrás elaborado un plan. Un plan que contemple tus finanzas, el tiempo que destinarás a emprender, cómo será el proceso, cuándo lanzar tu empresa, con quién asociarte, etc. Si tienes un plan, por lo menos avanzado en un 90%, es que estás listo para emprender.
5.Crees al 100% en tu idea
Un verdadero emprendedor está enamorado de su idea y cree en ella. Razón por la cual es tan complicado algunas veces “matar” un emprendimiento cuando no funciona. Pero si tienes una idea, realmente crees en ella y sabes que será importante, es que estás listo para emprender.
-Todavía no estás preparado
1.No te sientes motivado
El emprendimiento puede ser solitario a veces. Sin embargo, sólo obtienes de él lo que aportas. La habilidad de hacer cosas por cuenta propia es importante. Tienes que estar motivado para completar tareas, especialmente cuando no sientas ganas de hacerlo. Si eres el tipo de persona que necesita que un jefe le diga qué hacer, no estás listo.
2.Estás atravesando una etapa crítica en tu vida
El estrés de dirigir un negocio puede ser abrumador. Tendrás que hacer malabares para manejar tu empresa y, al mismo tiempo, lidiar con la presión desde muchos ángulos. Si te desmoronas al encontrarte bajo una presión y estrés constantes, piensa dos veces antes de decidir emprender. Por lo tanto, emprender en momentos críticos de la vida o en momentos de muchos cambios, no es una buena decisión.
3.No cuentas con una base
Antes de renunciar a un salario mensual, debes tener establecida una base. Esta base incluye un fondo de emergencia generoso –nunca sabes cuándo las cosas no funcionarán como tienes planeado–. Además, deberías tener una base financiera sólida. Tu deuda no debería estar fuera de control, y deberías tener suficiente flujo de dinero para pagar tus gastos de manera cómoda.
4.No sientes pasión por el negocio que quieres iniciar
La pasión no es suficiente para empezar un negocio, pero sí es una parte indispensable. Algunas veces, un negocio se siente como un empleo. Tu pasión es aquello que te recuerda lo que tienes; te empuja a seguir adelante. Si no sientes pasión por lo que haces, no estás listo para emprender.
5.No has investigado
Cualquier negocio que desees empezar requiere investigar sobre el nicho de mercado en el que quieres emprender. Antes de tomar los primeros pasos, deberías convertirte en un experto en cómo obtener ganancias y diferenciarte de la competencia. Lanzarte a la aventura no es el plan más aconsejable en estos casos.
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