Una buena estructura de negocio resulta indispensable para el éxito. Y es que valorar la conveniencia de tener socios, entender la contabilidad de partida doble o incluso escoger la figura jurídica perfecta son algunos de los elementos clave en el inicio de una empresa.
En España ya hay más de un millón y medio de PYMEs. “Muchos emprendedores cierran sus empresas antes de los 3 años por no haber recibido un buen asesoramiento sobre la estructura que requieren para funcionar de manera adecuada”, explica Néstor Salvador, experto en emprendimiento, desarrollo y gestión de empresas. Salvador también es impulsor de la iniciativa 1.000 días para un negocio, que apunta los cinco elementos importantes a la hora de estructurar un negocio.
#1. Socios, ¿conviene o no tenerlos?
Dependerá de los objetivos a conseguir y del nivel de compromiso con el proyecto. Deberán ser socios capaces de sumar capacidades siempre. Y es que no hemos de olvidar que el 40% de las PYMEs cuenta con socios porque el emprendedor, al principio, no fue capaz de decir que no.
#2. La contabilidad sí importa
El emprendedor tiene que saber controlar los números de su empresa. Entender la contabilidad de partida doble resulta fundamental para lograr el éxito, permitiendo analizar la evolución económica y también tomar decisiones consecuentes. Y es que son muchos los emprendedores que dejan en manos de la asesoría la información financiera de su empresa.
#3. Una figura jurídica, siempre
Si los negocios crecen, una de las mejores opciones recae en constituir una sociedad limitada. Porque implica compromiso, seriedad y equipo. Únicamente se arriesga el capital aportado. Así, si las cosas salen mal, el patrimonio personal de los socios no estará nunca en juego.
#4. El patrimonio, neto
Se trata de un concepto contable capaz de ofrecer una visión de la evolución anual de la empresa. Y es que el patrimonio neto es la diferencia entre el activo y el pasivo. Éste incluirá el capital social inicial, los posteriores aumentos (si se llegan a hacer), los aportes de socios y los beneficios acumulados años tras año. También las posibles pérdidas. ¿El resultado? Disponer de un indicador práctico para conocer si estamos ante una empresa que sabe realmente hacer negocios.
#5. Vender y cobrar tienen que ir muy unidos
El riesgo de impagados existe siempre. Por ello, resulta muy importante aprovechar la información pública disponible, anticiparse y también averiguar de qué cliente se trata antes de cerrar operaciones. En definitiva, hay que vender y cobrar según lo pactado, sin necesidad de tener que recurrir a un abogado.
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