Adquirir una franquicia puede ser una buena opción a la hora de crear tu propio negocio porque copiar un modelo de negocio de éxito probado da ciertas garantías de rentabilidad. De hecho, en los últimos años están ofreciendo excelentes resultados. Su índice de fracaso es menor que el resto. Pero, aun así, tampoco se puede decir que carezca de riesgos. Por ello, vamos a analizar las ventajas e inconvenientes que tiene este plan de negocios.
1. Requisitos
Para formar parte de una franquicia normalmente hay que cumplir con una serie de condiciones. Normalmente, suelen ser las siguientes:
– Pagar un canon de entrada para poder utilizar la marca y el modelo de negocio.
– Abonar un royalty por usar los servicios centrales. Y beneficiarse de la reducción de riesgos que supone.
– Adquirir un local que se ajuste a las condiciones establecidas por la franquicia. Y acondicionarlo según las normas de esta.
– Darse de alta en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos o constituir una sociedad.
– Firmar el contrato de franquicia, en el que se recogen los derechos y obligaciones de ambas partes.
– Recibir formación inicial básica y un continuo asesoramiento.
2. Ventajas
– Evita tener que gastar tiempo y dinero en la creación de un nuevo negocio.
Pensemos por ejemplo en la franquicia The Good Burguer. Según Europapress es una de las más rentables hoy en día en España. Si invertimos en un negocio así, el diseño y el desarrollo ya nos vendrán dados.
– Permite aprovechar la reputación de la marca. Normalmente, es un proceso largo y costoso. Pero, en este caso, gozaremos de dicho prestigio desde la apertura.
Vamos a imaginar que somos profesores en paro en busca de un autoempleo. Puede parecer difícil abrirse camino en este sector. Pero observemos el ejemplo del fenómeno Kumon. Se trata de una franquicia que cuenta ya en España con 231 centros y cerca de 21 000 alumnos. Enseñan un método que incentiva la mentalidad autodidacta en los niños. Y ni siquiera necesitan grandes campañas de publicidad. Por menos de 20.000 € podemos abrir un centro Kumon.
– Modelo de negocio de éxito demostrado. Por tanto, reduce el riesgo. Es más fácil entrar en el mercado y conseguir posicionamiento.
– Soporte y asesoramiento. Tanto operativo como informático o contable. Es una forma de garantizar el buen funcionamiento.
– Reduce algunos costes al utilizar la economía a escala. Tienen un mayor poder de negociación sobre los proveedores.
– Utiliza el marketing global. Todos los establecimientos se benefician de dichas campañas.
3. Inconvenientes
– Las rígidas condiciones que impone la franquicia. Cuando firmamos su contrato quedamos obligados a seguir la “hoja de ruta” que nos marca el franquiciador. Así que nuestras posibilidades de actuación quedan limitadas.
– Reputación de la marca. Al igual que nos puede beneficiar usar una marca reconocida también nos puede perjudicar. Una mala prensa en el ámbito global puede tener repercusiones negativas sobre nuestro negocio.
– El pago del canon y el royalty supondrá invertir en algo que no es nuestro. Y, además, nos puede llevar a cerrar por la falta de rentabilidad.
En conclusión, montar una franquicia supone abrir un negocio propio con el respaldo de una marca. Pero es un sistema que también acarrea riesgos. Por eso conviene analizarlos y ver la rentabilidad de la franquicia. Para ello, es recomendable acudir a un profesional que nos pueda asesorar en función de nuestras necesidades. Aunque a continuación también podéis compartir vuestra propia experiencia.
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