Los horarios, los plazos de entrega, los emails, las reuniones, la incesante búsqueda de nuevas ideas, conseguir los beneficios fijados… son muchas las tareas y obligaciones a las que hacer frente cada día. Estar sometidos a tanta presión hace que en determinados momentos del día aparezcan en nuestras vidas laborales dos nuevos compañeros: el estrés y la ansiedad.
Tanto el estrés como la ansiedad son respuestas naturales del ser humano que, en ciertos niveles son beneficiosos porque nos activan e impulsan para la realización de una actividad. El problema viene cuando la ansiedad y el estrés aumentan su intensidad y se prolongan en el tiempo llegando a incapacitar a la persona que lo sufre causando daños en su salud. Para evitar este tipo de situaciones cada vez más habituales en los puestos de trabajo es muy recomendable tomarse un respiro porque si algo es cierto es que cuanto más presionados nos sentimos, se nos dificulta ser más productivos en la empresa.
A continuación, os proponemos algunos de los consejos que ayudan a hacer más llevadero un duro día de trabajo. Son acciones pequeñas pero que pueden suponer grandes beneficios para la salud mental de cualquier trabajador de una empresa, mejorando tu estado de ánimo en el trabajo.
–Apagar el ordenador durante unos minutos, o aunque sólo sea el monitor, es una acción sencilla que ayuda a desconectar de las situaciones que nos están generando un estrés elevado.
-Una manera rápida y sencilla de mantener la ansiedad y los nervios a raya es practicar técnicas de meditación sencillas como respirar hondo y prestar atención a lo que pasa a nuestro al rededor pero sin fijarse en nada concreto.
–Ya sea en el móvil o en el ordenador (lo que tengas más a mano), escucha durante unos minutos una canción relajante o esa que te trae buenos recuerdos. Si es posible, puedes incluso cerrar los ojos para que la relajación sea mayor. Durante ese tiempo deja volar tu imaginación lejos de su puesto de trabajo (mentalmente hablando) y cuando hayas conseguido desconectar regresa de nuevo a la realidad. Aunque nada haya cambiado… tu mente sí ya que los niveles de dopamina han aumentado.
–En medio de una crisis de estrés o ansiedad, una de las mejores maneras de tranquilizarse es levantarse y ponerse a andar cinco minutos. Durante este “mini” paseo conseguirás ver el problema desde otra perspectiva. Un consejo que puedes complementar con mojarte con agua la parte de atrás de las muñecas y detrás de las orejas para obtener una relajante sensación de frescor.
–Reir es otra de las técnicas que nos alivian ya que el cerebro libera endorfinas que nos dan sensación de bienestar. Para conseguirlo basta con ponerte en Internet un vídeo divertido. Y si no llegamos a la carcajada en ese momento de tensión, con sonreír es suficiente.
Estas son algunas recomendaciones que deberías llevar a cabo para reducir tus niveles de estrés en el trabajo. ¿Dispuesto a intentarlo?
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