Conseguir financiarse no es fácil para los emprendedores españoles… y la financiación es un aspecto de vital importancia a la hora de poner en marcha una startup, porque si no se dispone del capital necesario es imposible crear un negocio. Siempre es necesario que en un principio se cuente con una cantidad económica propia. Pero además de lo que uno pueda aportar, os proponemos algunos de los modelos de financiación para poner en funcionamiento tu plan de negocios.
#1.Crowdfunding
Una de las opciones para financiar nuestra startup es el crowdfunding o micromecenazgo. Se trata de una red de financiación colectiva online que consigue financiar un proyecto a través de donaciones económicas de particulares. Estos, a cambio de su inversión, reciben recompensas de diversa índole.
Los proyectos para los que se utiliza el crowdfunding como fuente de financiación pueden ser muy variados: desde proyectos musicales o artísticos, nacimiento de empresas, creación de escuelas, construcción de viviendas… Este sistema se caracteriza por ser menos exigente que otras vías de financiación.
#2. FFF
Las “tres efes”, más conocidas como Friends, Family and Fools, es un término anglosajón que designa la fuente más cercana y accesible a la hora de buscar financiación para poner en marcha una startup.
Los amigos y la familia, al ser el entorno más cercano del emprendedor y tener una relación emocional con él, suelen ser más fáciles de convencer de la viabilidad del proyecto que los prestamistas privados. Sin embargo, la opción de los FFF no es tan sencilla, ya que hay que tener en cuenta que no son inversores al uso. Así pues, les costará comprender que el proceso de retorno de la inversión puede llegar a ser muy lento. En definitiva, se trata de una vía de financiación para lanzar una startup durante las primeras fases de desarrollo.
#3. Business angels
Los business angels buscan startups con alto potencial de crecimiento, escalables y con un equipo comprometido y emprendedor. Se trata de inversores privados que proveen capital para la creación de empresas a cambio de participación accionarial generalmente. Estos business angels invierten con sus propios fondos, según sus criterios, y aportan su experiencia y contactos. No obstante, en algunas ocasiones, se asocian varios inversores de este tipo para reducir el riesgo de pérdidas económicas.
#4. Sociedades de garantía recíproca (SGR)
Son entidades financieras sin ánimo de lucro y ámbito de actuación específico (por autonomías o, en menor medida, sectores) cuyo objeto es procurar el acceso al crédito de las pequeñas y medianas empresas y mejorar, en general, sus condiciones de financiación, a través de la prestación de avales ante bancos y cajas de ahorros, entre otros.
Las pymes se benefician de estas sociedades ya que consiguen el aval que necesitan ante la entidad de crédito. La SGR responde, como avalista, en caso de fracaso, aportando, además de ofrecer el estudio y seguimiento de la viabilidad de la operación.
#5. Incubadoras y aceleradoras
La diferencia entre incubadoras y aceleradoras de startups radica en la fase en la que se encuentra tu negocio. Si aún no lo has lanzado, hay que acudir a una incubadora, si ya lo has puesto en marcha, entonces toca acudir a una aceleradora.
Una incubadora de empresas es una organización diseñada para acelerar el crecimiento y asegurar el éxito de proyectos emprendedores a través de una amplia gama de recursos y servicios empresariales que puede incluir renta de espacios físicos, capitalización, coaching o networking.
Las aceleradoras de startups entran a ayudar a los emprendedores en fases más avanzadas, ya con un modelo testado, un equipo formado y donde pueden estar ya facturando a sus primeros clientes. Para acceder a las principales aceleradoras de startups de España, estas suelen abrir convocatorias anual donde reciben proyectos con una serie de características, de las que seleccionan un número determinado para acelerar.
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