Impagos, ese quebradero de cabeza tan habitual… A pesar de las inyecciones de liquidez y los diferentes estímulos fiscales que ha recibido el tejido empresarial pensados para paliar los efectos económicos de la COVID-19 en nuestro país, el 17% de las empresas españolas asegura haber percibido impagos notables a lo largo del año 2021. Concretamente, el 40% de las empresas ha podido detectar un deterioro en los niveles de solvencia de sus clientes. ¿El motivo? El impacto negativo de la pandemia en cuanto a un empeoramiento del riesgo de crédito asociado a su cartera.
A continuación, algunos de los datos más relevantes que se desprenden de la oleada de otoño del “Estudio de la Gestión del Riesgo de Crédito en España” respecto los impagos, impulsada por Iberinform (que ayuda a las empresas a identificar oportunidades de negocio y posibles riesgos de impago mediante soluciones de analítica avanzada y algoritmos predictivos) junto a Crédito y Caución. Ésta es la marca líder del seguro de crédito interior y de exportación en España desde su fundación, en el año 1929. Con una cuota de mercado del 46%, lleva casi una centena de años contribuyendo al crecimiento de las compañías. Lo consigue protegiéndolas de los riesgos de impago asociados a sus ventas a crédito de bienes y servicios.
¿Cuáles son las conclusiones del Estudio de la Gestión del Riesgo de Crédito en España respecto los impagos?
#1. La importancia de crear unas medidas extraordinarias de liquidez adicional
Desde marzo de 2020 se han llevado a cabo medidas extraordinarias con el fin de dotar de liquidez adicional a un tejido productivo obligado a reducir de una forma muy drástica sus niveles de facturación. De hecho, el deterioro actual de los niveles de solvencia ha sido consecuencia de varias causas combinadas:
- Algunas empresas hicieron uso de las facilidades de liquidez, quedándose más endeudadas aún que antes de la pandemia, incrementándose así sus costes financieros.
- Otras compañías todavía están lejos de recuperar sus niveles de facturación habituales antes de la crisis de la pandemia mundial.
- Además, existió un importante incremento de los costes operativos fruto del precio de la energía, de las materias primas y del desajuste logístico de las cadenas de suministro que no se han podido trasladar fácilmente a los márgenes de las empresas.
#2. Unas previsiones negativas y más impagos de forma generalizada
Los diferentes condicionantes plasmados presionan los niveles de solvencia y liquidez. Y es que hasta un 38% del tejido empresarial prevé que el nivel de impagos de sus clientes aumente en los próximos meses. A pesar que no esté previsto que las empresas españolas alcancen aquellos niveles de facturación individuales y habituales previos a la pandemia antes del año 2022, 3 de cada 4 empresas creen que mejorarán sus cifras respecto el año pasado.
#3. La consecución de beneficios, una utopía
A pesar de un posible incremento en los niveles de facturación en algunos casos, únicamente un 61% de las empresas esperan incrementar sus beneficios, mientras que hasta un elevado del 17% espera empeorar frente a 2020, con mayores impagos. Este efecto viene dado, principalmente, por el aumento de los costes operativos, así como el incremento de los costes financieros derivados de un deterioro de la solvencia empresarial.
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